Recordando a Dada.

En estos días el sol está igual de caliente que siempre pero brilla más. Y por la noche la luna sonríe más y menos malévolamente, las estrellas ya no sólo cantan ahora también bailan, el viento toca con más fuerza la ventana y el mar...del mar no puede hablar sin sentir que la marea le sube por todo el cuerpo y se le atora en la garganta, la sal dulce que para ella significa el mar es adictiva. Ahora piensa que no podría vivir lejos de esa inmensidad, aunque se hable ahora de tsunamis no sólo en Oriente y en las películas de Akira Kurosawa.
Ella ya es feliz otra vez pero el haber perdido a su gata “Dada” la tiene un poco triste. Dada es una gatita dulce y femenina que creció con sus dos hermanos Dolphin y Dylan, machos capados y protectores, ella un alma libre como su dueña acostumbraba a pasearse en la noche por la playa (como su dueña) hace días que no se le ve por casa, hoy el equipo de seguridad la ha buscado por todos los rincones, desapareció. “Radio Maroma” dice que ciertos pesca gatos la atraparon en una jaula y la fueron a tirar a la selva. Nadie ha podido encontrarla.
Ella escribe, hace mucho descubrió que eso la hacía feliz y últimamente esa sensación ha ido en aumento.
No siempre los resultados le satisfacen pero le sigue gustando jugar, hace unos minutos metió la mano en un saco de viejos casetes que encontró en un mueble y se propuso escuchar “el que salga” y por eso ahora se está chutando una selección de “oldies” que jamás hubiera elegido pero son juegos con ella misma y los respeta.
La noche está cayendo; luego pasará y podrá de nuevo correr hacia el mar y decirle lo lindo que se ve con ese traje azul.