lunes, 14 de julio de 2014

Maycol y Lilian en Maroma. Hacienda Amarte corta teporada.


lunes, 17 de junio de 2013

TALLER DE CREATIVIDAD LITERARIA .TRES DÍAS CON JOSÉ MARÍA ZONTA


 

Boletín de prensa                                                17 de junio de 2013, Solidaridad, Quintana Roo

 

TALLER DE CREATIVIDAD LITERARIA, CON EL ESCRITOR JOSÉ MARÍA ZONTA, EN GALERÍA AMARTE – FIN DE SEMANA – GUÍA PRÁCTICA PARA ESCRIBIR UN LIBRO DEL GÉNERO QUE SE DESEE – EXPERIENCIA NO NECESARIA.  

Durante el fin de semana del viernes 21 al domingo 23 de junio, en la Galería Amarte, ubicada entre Puerto Morelos y Playa del Carmen (km 307 carretera federal), se realizará el "Taller de Creatividad Literaria – Amarte 2013", con el destacado escritor costarricense José María Zonta, quien en 2005 y 2006 ofreciera, en esas mismas instalaciones, talleres memorables.

En esta ocasión, Zonta brindará durante los tres días de taller -en sesiones presenciales de dos horas cada uno, más intenso apoyo virtual -las herramientas para que cada tallerista tenga el conocimiento necesario y la guía práctica para escribir un libro del género que desee. El costo es de 2,500 pesos. Con hospedaje incluido: 5000 pesos. Informes: (998) 8 72 82 40 y 49, con María José Moreno o Francisco Hernández.
       

Naturaleza del taller: De Creatividad Literaria, usando los distintos géneros literarios. Un taller basado en las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, con énfasis en la Inteligencia Lingüística. Complementado con técnicas de estimulación a la creatividad de distintos autores, entre ellos Sternberg y Lubart. El taller estimula ese factor que existe en todos nosotros, esa capacidad para generar nuevas propuestas hacia un resultado original, en el campo de la Literatura.
"Las investigaciones han demostrado que la innovación creativa requiere la "coactivación y comunicación entre regiones del cerebro que en la mayoría de personas están poco conectadas", (Wikipedia), bien, las técnicas de este taller están diseñadas para activar y conectar estas zonas del cerebro.
Otros modelos de taller literario se ocupan de la Historia de la Literatura, ofrecen técnicas de corrección de textos y de estilo; pero este es un taller de creatividad en el campo literario en el que se rescata la noción original de esa palabra: lugar donde se trabaja una obra con las manos. Las palabras claves son trabajo, motivación, empeño, obra y creatividad.
El objetivo es que cada tallerista conciba un libro que escribirá en el futuro. El taller está diseñado para veinte o veinticinco personas con la voluntad, o la idea, o la inquietud de escribir un libro. 
La noción de "propiciamiento", - técnicas de fricción y estímulo de la creatividad y elementos usados concentradamente promoviendo la escritura – es clave, pues la tarea es "provocar" los talleristas con todos los recursos posibles, a concebir y escribir su libro. "Además –comenta José María Zonta  -escribiremos entre todos una novela relámpago: suelo comenzarla yo, plantear el tema, y los talleristas la reciben, escriben con total libertad y la envía por correo electrónico a una "olla creativa". Esta experiencia ofrece cohesión de grupo, y se ensayan audacias de escritura que luego redundan en beneficio de los libros individuales". 

Requisitos para participar: El taller está diseñado para ser útil a quienes no tienen ninguna experiencia literaria, hasta a escritores profesionales. 

Presencial y virtual: El taller de tres días contiene entrevistas a los participantes para poner de relieve áreas de interés, experiencias personales, destrezas, motivaciones y bancos de memoria para definir tema, género y los personajes principales de la trama. El Taller virtual es de extraordinaria utilidad, con abundante correo electrónico en ambas vías con materiales colectivos y personalizados. Todos los días se enviará material creativo y estímulos de escritura a los "tallernautas", y se recibirá de ellos preguntas, dudas y avances para guía, definición de las rutas narrativas y corrección. 
Se suministrará material proveniente de varias fuentes, por ejemplo, de "Cómo crear personajes inolvidables", de Seger.

José María Zonta, en pocas palabras: Costa Rica. Autor de 14 libros publicados. Además de poesía, escribe novela, cuento, guiones, ensayo y artículos de opinión. Entre otros, ha recibido: el Premio Internacional Gabriel Celaya, España, 1992, con el libro Los elefantes estorban; el Premio Latinoamericano Educa, 1995, con Tres Noviembres; el Premio de Poesía Ciudad de Irún, España, 2001, con Casarsa; el Premio Hispanoamericano de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz, en México, 2002, con El Libro de la Decadencia; el Premio Italia, modalidad Literatura, al conjunto de su obra, concedido por el Ministero Affari Esteri. Mención honorífica en el Premio Pablo Neruda, Temuco, Chile, con su libro La gramática de Anna O. El XXIV Premio Internacional de Poesía Antonio Oliver Belmás, Cartagena, España, con La casa de la condescendencia. Y el 12º PREMIO LITERARIO LUIS GARCÍA BERLANGA, Elda, Alicante, con su ensayo "Zapatos descalzos". Además ha recibido en Costa Rica el Premio Nacional en dos ocasiones, por "Tres noviembres" y "Lobos en la brisa". Es abogado y actualmente Director de asesores de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, encargado de la generación creativa de nuevos proyectos de ley, artículos y discursos políticos

miércoles, 17 de abril de 2013

Los animales salvajes y nosotros.


Tengo la suerte de vivir en la selva, sin vecinos humanos y sin televisión ni teléfono. Esto me ha llevado a entablar una estrecha convivencia con animales silvestres, yo no les llamo salvajes.

En la selva de Maroma, así se llama donde vivo; puedo despertar con el canto de las aves y dormirme arrullada por los grillos. A veces también por las ranas. Si por las noches me asomo a la ventana veo estrellas en el cielo y también en los árboles que rodean la casa. –Son luciérnagas explico a los escasos visitantes que las han visto.

La gente me pregunta siempre si he visto serpientes y sí, por supuesto que las he visto y ellas a mí. No ha pasado nada, no acostumbro andar por sus rumbos ni ellas por los mío.

El otro día me despertó un ruido desconocido, tardé un poco en descubrir qué era. Y ¡oh sorpresa! era una manada de jóvenes pecaríes. Les tomé fotos, cuidé de no hacer ruido y los disfruté hasta  que descubrí qué era lo que los atraía…¡mi jardín! Bastaron unas pocas horas para que acabaran con todas mis plantas de ornato. Entonces salí a clamar justicia. Ellos al verme corrieron despavoridos, si ellos no son bonitos imagino lo fea que yo soy para haberles causado tal espanto.

Después de esa escena no han vuelto a casa, ya no los veo merodeando en  las cercanías, extraño verlos con sus crías y sus ojos inmensos, con sus pelos crespos en el lomo y su paz. Es ahora cuando me han entrado tantas dudas y me ha dado por reflexionar. Hasta qué punto hemos ido invadiendo su espacio. Los hoteles cercanos han ido poniendo cercas muy discretamente, sólo dos hilos de púas dicen. ¿Y si los venados se lastiman? ¿Y si los pecaríes que asusté ya no tienen comida porque los animalitos de los que se alimentaban se han ido yendo a causa de la invasión humana?

Papá dice: Tienen el mismo derecho que yo y si se comen mi jardín me enojaré muchísimo. Yo no puedo dejar de compadecerme de ellos. Y de las zorritas rojas que no he vuelto a ver. De los llamados “agutíes” esos que se vuelven estatua para no ser detectados por el ojo enemigo.

Sé que no podemos hacer nada, que la civilización llega cada día más allá.

Anoche una pareja de mapaches descubrieron mi casa y a una mujer en el portal. Se pararon de dos patas y me miraron estupefactos, sin hablar me preguntaron qué hacía ahí. Les respondí sin palabras. Lo siento, lo siento  mucho señores mapaches después entré y cerré la puerta; me sentí tan apenada…pero yo tampoco sé vivir en la ciudad.





martes, 16 de abril de 2013

La tecnología y nosotros, los de ahora.


 

 

 

Si hace algunos años me hubieran preguntado si un buen católico debe retuitear al Papa seguramente hubiese dicho que no.

Si me hubieran asegurado que estoy siendo seguida por “embuitidos en línea” seguramente mis noches se llenarían de  las más espantosas pesadillas . Y si me hubiese llegado un aviso diciendo que alguien acababa de “favoritear mi tuit” me hubiera puesto brava. No digamos si el aviso dijera que Sexyman acaba de comprarme para mascota.

Hace muy poco tiempo la gente no podía convertir a un amigo en un conocido apretando un botón ni viceversa. Si alguien cambiaba de situación sentimental no lo anunciaba a cinco mil personas a  la vez. Las cosas cambian, las personas, el lenguaje.

Antes no seguía a nadie, ni siquiera en viernes y ahora sigo y me siguen tres mil desconocidos. Yo les informo todos mis sueños, mis problemas cotidianos y lo que estoy comiendo. No sólo les cuento, les mando la foto para que lo comprueben por sí mismos; ellos también me comparten su vida. Generalmente hay una correspondencia y una retroalimentación.

Mi hermana me pregunta, cómo se llama la página donde me anuncio para conseguir amigos;  mi abuela queda muy impresionada de mi descaro.  Y yo muy ofendida ante su ignorancia.

Mi hija se pone triste si no le “laikean” la foto que acaba de cambiar en su perfil del face. 

¿Qué le está pasando a nuestro precioso idioma? ¿Qué pasó con los mensajes de texto? Qué triste que a media jornada de trabajo recibas un “Ola k ase”; a mí me dan ganas de llorar. Cuando mi mejor amiga me dice que nos encontraremos “tipo” a las seis de la tarde también me dan ganas de llorar.

Que la Real Academia de la Lengua acepte aquellas palabras que se han vuelto de uso y costumbre general, no me parece gracioso. Creo que debemos defender nuestro idioma y dar ejemplo hablando y escribiendo correctamente. Leí que en Colombia a los Tuits les llaman “trinos” que es la traducción correcta, ¿Por qué no seguir el ejemplo? ¿Por qué no invitar a la gente que nos rodea a ser impecables con las palabras? ¿No sería mejor usar las que ya existen que estar inventando nuevas?

Por lo pronto yo lo intentaré, no pienso jamás sustituir una “Q” por una “K” y si me llaman anticuada no me importa.

Me seguiré enamorando y no tendré un “crush”  y seguiré interactuando con mis “seguidos” y mis “seguidores” también haré uso del Facebook no tengo intención se feisbuquear.

A pesar de lo atractiva que la tecnología puede llegar a ser, yo les recomiendo no perderse las puestas de sol. caminar en la playa con una persona a la que quieras mucho, sentir la vida.
Y un último consejo: Apaguen su teléfono antes de dar un beso de amor porque si éste sonara el Príncipe se convertiría en sapo inmediatamente.

Yo no correría ese riesgo.