sábado, 29 de enero de 2011

Seguimos existiendo

Ñanderu me eligió desde niño y me tocó el corazón.
Me dijo el Opygua de Tekoa Arandu.
Visitamos el opy que entre todos construyeron
con madera, tierra y tacuara, sólo lo necesario.
Para que él lo vea.
Ñanderu nos creó para disfrutar la naturaleza,
también para cuidarla
.
Cómo explicarle eso al hombre blanco.
Dijo el Opygua con los ojitos llenos de lágrimas.
Me entristecí al entender su resignación e impotencia.
Doy fortaleza espiritual a los jóvenes quiero que se defiendan.
Los niños de Pozo Azul cantaban y bailaban
para empezar bien el día y pedirle a Ñanderu
que los proteja.
Le pedí permiso al espíritu del río para refrescarme en él.
Dos hombres nadaban cerca de mi, reían.
Tenían idénticos lunares en los tobillos.
Otras vez desperté en Misiones sin ti.


María José Moreno

Enviado desde mi iPad

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