miércoles, 28 de julio de 2010

No de planeta.

Llegó la hora de la mudanza, me cambio de casa no de planeta;
por ahora.
Dejo atrás una época y muchos objetos;
no recuerdos.
Todos pensamos que nuestro inventario es corto, y no lo es;
ni el mío.
Se quedarán los muebles, las caracolas y las plantas de orégano en el balcón;
Me llevaré sólo una;
tendrá que multiplicarse tiene tanto por hacer; seguro querrá llenar la jungla;
de su aroma.
Pensé que sería más fácil cuando dije: irá algo de ropa y todo de libros;
queda mucho más que poco.
Cambiarse de casa es un ejercicio de desapego y de reencuentro.
Es renacer siendo casi el mismo.


María José Moreno

Enviado desde mi iPad

No hay comentarios:

Publicar un comentario