para sanar tus heridas.
Flotas en tu océano
soñando que te curarás,
que la magia de la pintura
se llevará el dolor.
En tu espalda se ven las cicatrices.
Despiertas empapada de noche.
El pintor
trata de darte luz,
de animarte, desespera.
Suda tu tristeza.
Palidece.
Tu cabello recobra su color.
Se viste de rojo.
Tu piel comienza a iluminarse.
Levántate con la mañana.
Has renacido.
No temas.
Él es el mago.
Desapareció
tu amargura
A pinceladas.
María José Moreno
Enviado desde mi iPad
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