por ahora.
Dejo atrás una época y muchos objetos;
no recuerdos.
Todos pensamos que nuestro inventario es corto, y no lo es;
ni el mío.
Se quedarán los muebles, las caracolas y las plantas de orégano en el balcón;
Me llevaré sólo una;
tendrá que multiplicarse tiene tanto por hacer; seguro querrá llenar la jungla;
de su aroma.
Pensé que sería más fácil cuando dije: irá algo de ropa y todo de libros;
queda mucho más que poco.
Cambiarse de casa es un ejercicio de desapego y de reencuentro.
Es renacer siendo casi el mismo.
María José Moreno
Enviado desde mi iPad
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