sábado, 26 de febrero de 2011

Otro sabio

Otro sabio

Tarca conocía el camino hacia él. Durante el trayecto sentí que le gustaba mi compañía.

Me llevó orgullosa y presumida como lo puede ser una yegua zaina de ocho años.

Necesitaba verlo, sentarme cerca, escucharlo con el corazón abierto.

Lo miré y por horas lo entendí en silencio. Ellos dijeron que podían esperarme.

Le conté que tuve un amigo que daba flores amarillas, vivía frente al mar

y también el viento ... este amigo me acariciaba con hormigas, -le dije-

cuando iba a llorar a su playa me daba su apoyo y me consolaba.

Me escuchó con todas sus ramas, con todos sus verdes sonreía.

A mis compañeros y a mí nos rodeaba el amor que él emanaba.

Tarca ensayaba pasitos de baile sobre el pasto seco.

Ayer el árbol sabio, el árbol bandera me dijo que no tenga miedo.

viernes, 25 de febrero de 2011

Camino a Amarte

Cómo llegar a Amarte

Camino al amor hay trampas para osos.
JM Zonta

Debes dejar que el corazón te guíe.
No te fijes en mapas ni en señales.
En Amarte no hay niños ni elefantes,
o los hay sólo de paso.
Los elefantes se van, los niños crecen
y también se van y se enamoran.
A medida que te acerques a Maroma,
el corazón comenzará a latir más fuerte.
Recomiendo hablar bajito como los amantes
para no asustar a la ternura
que pasea tranquila por todos los senderos
hasta en el de la pasión.
Respira profundamente, disponte a vivir las bellas artes,
la naturaleza que te envuelve y el amor.
Para llegar a Amarte tú tienes que quererlo y decidirte.
Para llegar a amarte sólo tengo que esperarte...
Y aquí estoy.

María José Moreno

jueves, 24 de febrero de 2011

Para que vuelva

Para que vuelva

Buscas un conjuro, algo de magia.
No te explicas grúas, desamores y destrabajos.
Sabes que se ha ido porque ya no la sientes como antes.
Te dejó solo y los cocodrilos te están rodeando.
Busca al que vive adentro, te dije anoche.
Escucha, acepta, ama...perdona.
Hizo lo que tenía que hacer, enamorarse.
Te está esperando, él me lo ha dicho.

Para que ella vuelva tengo una idea:
Pinta, escribe, edita fotos. Sé el artista que siempre fuiste.
Llegará volando como otras noches, se parará muy cerca,
atrás de tu hombro, te hará cosquillas en la oreja,
tú sigue pintando, haz algún cuadro,
actúa como si no la sintieras. ¡Querrá mirarlo!
Lo he comprobado querido amigo,
¡Es tan curiosa...la buena suerte!

María José Moreno

martes, 22 de febrero de 2011

Luces al amanecer

Luces al amanecer

Anoche vi una película de Kaurismäki;
después salí a saludar a la luna.
Pensé en ti y en aquel cartel que decía Mera Pyar en un aeropuerto.
Si fumara hubiese fumado mientras caminaba por el sendero en la selva.
Decidí cantar y canté una vieja y estúpida canción de Mecano.
De regreso jugué a localizarme en Google Earth
con el GPS en donde pones el dedo en la pantalla.
Me señalaba Ushuaia, una y otra vez.
Desperté con la idea de que quizás
en la Antártida olvidamos algo más
que la tacita blanca donde bebimos luces al amanecer
cuando en el barco me quedé dormida en tu hombro.
¿Recuerdas que hablábamos de la Isla de Pascua?


María José Moreno

Enviado desde mi iPad

domingo, 13 de febrero de 2011

En Maroma

Me imagino que llegarás por la playa
con la camisa blanca y acalorado;
con los lentes oscuros como en la última foto.
Pedirás agua mientras miras hacia el mar.
En la arena buscarás tus huellas,
para comprobar que no lo estás soñando.
Sospecharás que ella está en Maroma escribiendo,
imaginando tranquila tu regreso
mientras mira el atardecer, toma vino
come jícama con chile
y te hace venir en sus ensueños.
María José Moreno

sábado, 12 de febrero de 2011

Después de una noche de lluvia

Always in my mind

Maybe I didn't treat you
Quite as good as I should have.


Brenda Lee


Espera no te duermas decía Juana del Sur.
La noche se desprende de su piel recuerdo a Teresa Domingo.
Mientras escucho a Michael Bublé con ecos de lluvia nocturna,
pienso en ti; en esas pequeñas cosas que nunca dije o no hice.
En otras lluvias, en la brisa que lo llena todo. Como lo llenas tú.
La noche pasa, caminando despacio bajo el agua. Pasa.
Cuando amanezca evitaré las noticias, las sirenas y las víboras.
Esquivaré las palabras ácidas, las sonrisas tristes y las quejas por costumbre.
Sentiré el aroma de la selva y trataré de enteder a los pajaritos de pico amarillo.
Y tu ausencia.
Iré a visitar al mar para contarle mis sueños, mis locos sueños.
Le pediré que me diga a quién le canta en las noches sin luna,
si la extraña o la siente atrás de las nubes y se conforma.
Temprano saldré al jardín a encontrarme con el día;
a descubrir las sorpresas despues de una noche de lluvia
Estoy pensando guardar para ti, algunos colores.
Tal vez sólo los verdes y los lilas.

martes, 8 de febrero de 2011

Los manglares que soy

Guarini ka`u`y

El sábado nos vamos a la Antartida.

Hoy miramos el Canal Beagle y tomamos café en una tacita nueva.

El velero se mece anclado en un muelle enamorado de los reflejos.

Disfrutamos el silencio y la soledad.

Una vez te pregunté si la Antartida era azul,

los blancos predominan respondiste.

Cierro los ojos y pienso en los manglares, que soy yo;

recuerdo la foto que tomó Antonio y tituló ¨Milagro¨.

No necesito más el cardamono

que no creció en los jardines colgantes.

Babilonia está más lejos ahora.

Tal vez si yo estuviera en Yucatán

sería la Xtabay parada junto al cenote

o la mestiza que no ha vendido arepas a los turistas en Pisté.

Pero soy la mujer que se mece en un velero

y que camina en la oscuridad para mirar de nuevo por la claraboya.



Después regresaré a tus brazos asegurando

que mañana tampoco comeré centollas.

Me mirarás sintiendo lo que siento.

Comeré chipá, porotos y batatas

tomaremos aquella bebida de mandioca

y de postre haré koserevá.

viernes, 4 de febrero de 2011

Ñandé Retá


Dice que ha retratado rayos luminosos en Teotihuacán,
en el templo de Kukulkán ha pasado lo mismo.
Nos pregunta si será una sensación poética.
Le doy un trago a mi café;
pienso en fenómenos energéticos que no entiendo,
después en Cuerda de humo, la sonrisa de una niña
y unos ojos persiguiendo enigmas.
Entonces veo Luzazul brillando cerca de mí.
Palpo la poesía presente en todo mi entorno,
las ganas de compartir certezas que ha descubierto en mí...
y digo sí, tiene que serlo.

María José Moreno

miércoles, 2 de febrero de 2011

Retoño de Sarandí

En Candelaria, Misiones


Esperé este día para venir a Candelaria. A veces soy tan predecible como el hornero que construyó su nido en la ventana del departamento aquel invierno, cuando descubrimos que como los demás constructores descansaba los domingos.
Anoche estuve en la bendición de "Las Candelas", después de la procesión y creí ver a Andresito Guacurarí entre la gente justo cuando las campanas anunciaban algo, seguro que ya eran las doce y que empezaba el día de la Virgen.
Sí, sé que soy fantasiosa y loca, (que no es lo mismo pero es igual) pero era tan parecido el guaraní que vi al del cuadro aquel que me enseñaste en el museo. Seguro te preguntarás riendo si también encontré al General Belgrano comiendo un asado. Pues nó, tampoco lo vi descansando bajo un árbol adentro de una casita en la plazoleta de la avenida San Roque González. A ti si que te veo en cada plazoleta y en cada parque, te encuentro en mis sueños, ensueños y hasta en el espejo cuando veo mi propio reflejo.
Todo es lindo en este país, lástima que no encontré tamales, como los que estarán comiendo ahora en el Jardín del Pavo Real.
Mañana regreso a Iguazú; te llevo Elixcor en una linda botella de cerámica y un retoño de Sarandí.

Rohayhu ha aise nendive pya'e




martes, 1 de febrero de 2011

La Garganta del Diablo!!! Iguazu Falls

Arandu Kaattu

Dijo que se casarían, la naturaleza sería el único testigo.
Ella escogió Iguazú, él corrió hasta Wanda y le compró un amatista;
le recordaba el color de la ropa de ella en su primera noche juntos.
Ella le compró un anillo de jade para que reviviera la furia de los ojos
del jaguar que lo enamoró en Chichen Itzá.
Tupá envío esa tarde a a Angatupyry a indicarles el camino.
Taú tardaría en encontrarlos, el estruendo de las cataratas no lo iba a permitir.
A cincuenta metros de la garganta del diablo se juraron amor.
La eternidad ya la tenían en ese instante.

María José Moreno

Esteros de Iberá